domingo, 11 de diciembre de 2011

Aborto cuasi-matricida

En las últimas semanas, la opinión pública argentina se ha visto atravesada por distintas polémicas, entre ellas las generadas por el incipiente debate parlamentario sobre la despenalización del aborto y el decreto presidencial de creación del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano "Manuel Dorrego". Ambas son polémicas de larga data (la primera, abierta; la segunda perimida, al menos en la visión de destacadas figuras públicas de formación académica, compartida por quien suscribe, pese a sus simpatías por la firmante del decreto).
Juan Manuel de Rosas figura entre las figuras reivindicadas al fundamentarse la muy cuestionada decisión de crear el instituto revisionista. Mucho se ha escrito sobre ese controversial personaje histórico argentino. Aquí sólo pretendo evocar su polémica decisión de agosto de 1848 de ordenar el fusilamiento de Camila O'Gorman, integrante de una encumbrada familia porteña y embarazada de ocho meses al ser ejecutada junto al presbítero católico tucumano Ladislao Gutiérrez, amante clandestino de Camila y padre de su hijo nonato.
Paradójicamente, esa decisión de Rosas era contraria a las leyes presuntamente restauradas por el dictador, que prohibían fusilar embarazadas. La controversial sentencia de muerte fue ejecutada en el 18 de agosto de 1848 en Santos Lugares. Acusado de sacrilegio, el padre Gutiérrez fue físicamente anulado por balas disparadas en aras del honor de Rosas, los O'Gorman, la comunidad argentino-irlandesa y la Iglesia, con perdón de esta última, cuyos oficios dominicales atiendo con gusto. La controversial decisión de Rosas no impediría su caída y el inicio de su largo exilio, consumados pocos años después.
Al ordenar el fusilamiento de Camila, próxima a parir, Rosas decretó un aborto cuasi-matricida. Disparate que no preconiza ningún abortista argentino actual, mal que les pese a los presuntos bienpensantes encarnados en los actuales antiabortistas argentinos. En algo hemos progresado, mal que les pese a quienes se aferran empecinadamente al harto equívoco lema “Todo tiempo pasado fue mejor”. A lo sumo, podrá haberlo sido en algún aspecto puntual. He aquí un motivo adicional para cuestionar otra polémica decisión gubernamental, tomada en fecha reciente por una gobernante mucho más rescatable, a quien voté y apoyo con el mismo placer que experimento al asistir a la misa dominical. Lo cual no me impide objetar fundamentadamente sus decisiones gubernativas desacertadas. 


Daguerrotipo de Camila O'Gorman. Por orden de Rosas, se le practicó, por fusilamiento, un aborto cuasi-matricida, a la edad de 20 años

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